La factura electrónica es un documento digital legalmente válido como medio de respaldo de las operaciones comerciales y, por lo tanto, reemplaza a las facturas tradicionales de papel. Además, al utilizar un certificado digital tiene una mayor validez legal.
Desde hace unos años la administración ha obligado a su uso, con lo que se podría decir que el 50% de las facturas emitidas en España, ya son digitales. La mayoría de empresas y autónomos empiezan a utilizar ya la facturación electrónica tanto con sus clientes, como con sus proveedores.
Por ello cada vez más empresas están tomando ejemplo e implementando este servicio, debido a que presenta numerosas ventajas:
- Ahorro económico. Simplente el ahorro en sellos, para una empresa que emita 3000 facturas anuales es de casi 1.500€ anuales.
- Rapidez. Un sólo click y la factura está en el cliente. Ni imprimimos, ni doblamos, ni ensobramos, ni la llevamos al buzón.
- Seguridad. El certificado digital hace que la seguridad jurídica sea mayor.
- Cuida el medio ambiente. Ni folios, ni sobres ni transporte, todo ello se ahorra en emisiones.
- Reducción del espacio necesario. Todas nuestras facturas están ahora en el disco duro, ya podemos tirar los azetas.
- Mejora de la imagen de la empresa. Nuestra empresa parecerá más moderna y eficiente.
- Mayor control documental. Al incrementar y mejorar el acceso a las facturas y evitar traspapeleos en el almacenaje.
- Integración con el ERP: El emisor puede emitir y enviar la factura en un solo clic.
Si nuestra empresa no cuenta con este servicio seria hora de plantearse la implantación de la factura electrónica. Por las ventajas ya enumeradas, además sería ideal para empresas que buscan agilizar y optimizar sus procesos.
Más temprano que tarde se acabara extendiéndose a la totalidad de empresas.
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